lunes, 14 de julio de 2008

LOS RETOS DEL TLC

LOS RETOS DEL TLC
Por Bernardo Molina Zuluaga
bmolina@escolme.edu.co, bermoz@gmail.com

Tratado de libre comercio, TLC una sigla que campea por las noticias y todos los medios de comunicación; muchos empresarios latinoamericanos, de Centroamérica, del caribe y los países andinos se hacen la pregunta que beneficios traería el TLC para sus negocios, sus empresas. Algunos de ellos hasta el punto de llegar ha postergar decisiones de negocios en espera de los resultados de las conversaciones de los respectivos tratados de libre comercio con Estados Unidos.

Cuando queremos evaluar cuales son los retos asumiendo que se firma el tratado, surgen preguntas como ¿estamos listos para afrontar el reto de abrir nuevos mercados?, ¿estamos listos para competir? Y estas preguntas se las tiene que hacer especialmente las pequeñas y medianas empresas (PYMES-generadoras de más del 80% de los empleos en Latinoamérica-); pues las grandes empresas ya están exportando o cuentan con los recursos humanos y económicos para empezar a hacerlo con relativa facilidad.

Son muchos los cuestionamientos que debemos hacernos para responder a la pregunta central. Sin el ánimo de presentar una lista completa de preguntas que podemos agrupar por temáticas criticas, doy algunos ejemplos:

Recursos Humanos
• ¿Cuántos de sus empleados hablan correctamente dos idiomas o más?
• ¿Tienen sus empleados acceso a un manual de procedimientos actualizado?
• ¿Conoce las necesidades tecnológicas y logísticas que implica desarrollar y mantener un sistema de comercio electrónica?

Infraestructura
• ¿Su maquinaria de producción esta actualizada y es optima para responder a una demanda creciente y los estándares internacionales?
• ¿Tiene usted conexión de banda ancha a Internet?
• ¿Cuenta con un transportista internacional de carga?

Logística
• ¿Tiene usted procedimientos de operación y los ha comunicado a todo su personal?
• ¿Cuándo fue la última vez que revisó sus procedimientos de operación?
• ¿Sabe usted qué es comercio electrónico?
• ¿Tiene (o está en proceso de crear) una estrategia de comercio electrónico?
• ¿Cumple usted con los requisitos legales necesarios para exportar?,
• ¿Está usted registrado como exportador?
• ¿Ya se reunió con un agente de aduanas o SIA?
• ¿Sabe cuánto le cuesta poner su producto en Estados Unidos?
• ¿Ya tiene un plan estratégico de negocios y éste incluye vender en Estados Unidos?
• ¿Conoce usted a su competencia?

Como podemos ver, son muchas las preguntas y cada una de ellas nos lleva a enfrentar diferentes retos de recursos humanos, de infraestructura, de logística. Un análisis completo y detallado para responder si estamos listos o no para competir una vez arranque el TLC puede llevar meses. Incluso años.

El TLC nos traerá miles de millones de dólares en productos y servicios que no pagarán impuestos. ¿Cómo van a hacer los países “en vía de desarrollo” para competir con la eficiencia de los países desarrollados?, están nuestra las pequeñas y medianas empresas (PYMES) lo suficiente maduras para enfrentar estos retos o están condenadas ha ser excluidas de las nuevas oportunidades comerciales.

Muchos son los países que están en las etapas finales de negociación, y a pesar de los desacuerdos aún existentes, creo que el TLC se va a firmar. Bajo qué condiciones, no lo sé, eso sólo lo conocen los miembros de los equipos negociadores (para mí, no ha existido una adecuada comunicación a los diferentes sectores económicos de Colombia).

Una cosa es cierta: con o sin TLC la competencia existe, la globalización no echará marcha atrás, a menos claro está que se cierren los mercados (afrontando naturalmente las consecuencias que traería una decisión de esa magnitud). ¿Seguiremos esperando y pidiendo la protección de “papá Estado”, o trabajamos para mejorar la calidad y oferta de nuestros productos y servicios?. Estamos en el momento para crear e innovar; para capacitar y educar; para buscar soluciones, abrir mercados y encontrar nuevas oportunidades de negocios. Una de dos, o gastamos energías en quejarnos, o las usamos en prepararnos para tener una lucha a brazo partido. En la guerra comercial no hay prisioneros: sólo el más fuerte sobrevive.

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